Bahariya Oasis

El Oasis de Bahariya, hoy unido a el Cairo por una carretera, es uno de los pocos que existen en el desierto occidental de Egipto, y está situado en una depresión que alcanza el nivel del agua subterránea, formando un lago natural y proporcionando al lugar un entorno adecuado para la vida.

Por este motivo ya desde la prehistoria se cree que ha habido aquí presencia humana, siendo la Edad Antigua su época de máximo esplendor. Algunos estudios apuntan a que el motivo del agua subterránea en esta región y la de los otros oasis que discurren paralelos al actual Nilo, es que el curso de este río había pasado por esta región antes de que llegaran las antiguas civilizaciones de Egipto.

La pequeña población de Bawiti es la capital de este oasis repleto de palmeras y donde vive la mayoría de sus habitantes, y es un lugar lleno de gente entrañable, hospitalaria, que establecerán contacto contigo con objetivos muy distintos de los que persiguen la mayoría de vendedores en las zonas turísticas del Nilo.

Más allá del paisaje, la población y la gente local, el oasis posee un lugar llamado el Valle de las Momias Doradas, un auténtico cementerio no profanado de momias con 250 encontradas en las excavaciones y una estimación de más de 10.000 momias aún enterradas bajo la arena, lo que lo convierte en un lugar verdaderamente especial para visitar.

Desde el oasis de Bahariya se encuentra relativamente el llamado Desierto Negro, a unos 50km al Sur, una región muy particular con arenas de tonos dorados y montañas cónicas que parecen volcanes cubiertas de piedras y arena de color negro. Más al Sur se encuentran también la Montaña de Cristal, Agabat y el Desierto Blanco, aunque estos últimos suelen visitarse como excursión desde el Oasis de Farafra.